La Terapia de Presión Negativa o VAC es un procedimiento para tratar diferentes tipos de heridas crónicas o agudas. La terapia permite la eliminación segura del exudado de la herida y la aceleración de su cicatrización gracias a la estimulación de la formación del denominado tejido de granulación, el tejido que crea el cuerpo como respuesta a una lesión.